jueves, 5 de junio de 2014

SISTEMA MEXICANO DE ALIMENTOS EQUIVALENTES




El Sistema de Equivalentes es un método útil para el diseño de planes de alimentación normales, modificados y personalizados. Se basa en el concepto de “Alimento Equivalente”: aquella porción o ración de alimento cuyo aporte nutrimental es similar a los de su mismo grupo en calidad y cantidad, lo que permite que puedan intercambiarse entre sí.

El sistema de equivalentes surge de la necesidad de ofrecer una herramienta didáctica sencilla, para dar  variedad a la dieta individual de un paciente con diabetes mellitus. El primer Sistema lo publicó la Asociación Americana de Dietistas en 1950. En México se utiliza a partir de la década de 1970 como una traducción.

Para 1988 un grupo de Nutriólogas del Instituto Nacional de Ciencias Médicas y la Nutrición, adaptaron el sistema para la población mexicana e incluyeron alimentos tradicionales. A partir de ese año el sistema ha sufrido continuas revisiones con la finalidad de incluir un mayor número de alimentos y una mayor claridad.

Los alimentos equivalentes están calculados con base  en  el peso neto de los alimentos, es decir, sin cáscara, semillas, ni huesos y espinas.

Este Sistema Mexicano de Alimentos Equivalentes se  basa en la agrupación de alimentos propuesta en la NOM-043-SSA2-2005 Servicios básicos de salud, donde se consideran las características cualitativas de los alimentos, es decir,  por la determinación del principal aporte nutrimental  y cuantitativas,  donde se determina la medida equivalente (tamaño de las porciones) que en promedio aporten al consumidor cantidades similares de energía, proteínas, hidratos de carbono y lípidos.

En la edición de 2008 se integró el concepto de  “Conteo de hidratos de carbono” a solicitud de los educadores en diabetes. El método de conteo de hidratos de carbono es similar al de la lista de equivalentes ya que ambos utilizan los grupos de alimentos.

Sin embargo,  cuando se utiliza el conteo de estos hidratos de carbono se cuentan porciones iguales a 15 gramos o 1 unidad de hidratos de carbono, entre los que se encuentran  las frutas, cereales con y sin grasa, leche y leches con azúcar, leguminosas, azúcares y bebidas alcohólicas.
Una porción de cualquiera de estos grupos de alimentos cuenta como una unidad de hidratos de carbono. Por ejemplo, si una persona consume dos panes tostados con mantequilla y toma una taza de leche en el desayuno, contará un desayuno de tres unidades de hidratos de carbono. El conteo de hidratos de carbono difiere de la lista de equivalentes ya que la cantidad de proteínas y lípidos de los alimentos no se considera.

También se agregaron conceptos como el índice glicémico (IG) y carga glicémica (CG). El primero cuantifica el aumento de la glicemia que se produce posterior a la ingestión de un alimento en relación con la cantidad de glucosa;  la carga glicémica es un concepto matemático derivado del IG y de la cantidad de hidratos de carbono y se creó para representar el efecto glicémico global de una dieta donde se toma en cuenta el tamaño habitual de la ración.

Los alimentos con una carga glicémica igual o menor a 10 se consideran alimentos con CG baja y aquellos alimentos con una CG igual o mayor a 20 son considerados con una CG alta.

Finalmente, el Sistema Mexicano de Alimentos Equivalentes es una herramienta de trabajo para el profesional especializado en nutrición y se convierte en un instrumento de organización para el paciente, pues entre más información práctica se le proporcione, su apego al tratamiento será mayor.

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